Crujen las cadenas de valor globales y resurge el Nearshoring

Por Lic. José I. Poncio

 

La pandemia dejó profundos cambios en la sociedad mundial, y uno de ellos fue dejar en evidencia que la globalización tiene los pies de barro.

 

Hace 40 años, la globalización se fortalecía a partir de la mayor eficiencia en el transporte internacional, de las comunicaciones y la tecnología. Se popularizó el Offshoring que impulsaba la instalación de plantas en el lejano oriente para captar ventajas estratégicas como sueldos mucho menores en dólares, monedas devaluadas y potencial de mayores escalas.

 

La pandemia desnudó las debilidades de la globalización, a la vez que el impacto del hombre en el medio ambiente viene dando señales con eventos más severos y frecuentes. Como si fuera poco este año se sumó l a invasión rusa a Ucrania, y un sesgado apoyo de China que viene a sumar más tensión e incertidumbre. Este hecho modificó la oferta de alimentos y energía, impulsando la suba de sus precios, y llevando más presión a un efecto temido en el mundo: la inflación.

 

Una de las consecuencias que dejó este cocktail de pandemia más guerra fue el aumento progresivo de los precios de los  fletes marítimos y aéreos. En Latinoamérica, dicho aumento superó el 500%.

 

Ante esta situación crítica de falta de materia prima, suministros y aumento de precios de fletes y transportes, los líderes logísticos debieron  buscar una solución para no paralizar  sus plantas productivas, y suspender operarios, y a la vez hacer frente al desafío de una demanda en plena recuperación.  En este contexto aparece una práctica que no es nueva, pero que toma impulso y vigencia, y que puede ser una parte importante de la solución: el nearshoring.

 

Nearshoring es un concepto que nace junto con el afamado Offshoring, y que a diferencia de éste, propone localizar plantas, proveedores y servicios en países más cercanos a la producción principal.  Este recursos estratégico, el Nearshoring, reduce notoriamente los riesgos más relevantes de las cadenas de suministros de hoy, reduciendo tiempos, energía, movimientos y con un claro menor impacto ambiental. Es decir, reúne todas las virtudes para considerarse una prioridad.

 

En este 2022, el Nearshoring está tomando protagonismo, junto con el Onshoring y el Reshoring busca repensar las cadenas de abastecimiento, como una herramienta que le permita dar más previsibilidad y confiabilidad a los procesos productivos, y en definitiva, a los consumidores que los sostienen y que dependen de ellos.

 

Los líderes logísticos tendrán la tarea de repensar sus redes de abastecimiento buscando minimizar los tiempos y movimientos totales, incluso considerando “el proveedor del proveedor” de manera de reducir significativamente la incertidumbre de sus procesos de abastecimiento, garantizando una supply chain siempre ágil, flexible, eficiente y confiable.

 

(*) El autor es experto en Supply Chain, Gestión de Riesgos y Comercio Internacional.