Inflación y tasas: recalculando…

Los precios al consumidor en Estados Unidos aumentaron más de lo previsto en marzo, lo que llevó a los mercados financieros a anticipar que la Reserva Federal retrasaría el recorte de las tasas de interés hasta septiembre.
La presión alcista sobre los precios, que se aleja del objetivo del 2% de la Fed, reduce su margen de maniobra respecto de la baja de las tasas. Según informan fuentes del mercado se esperaban siete recortes en los próximos meses, y ahora sólo serán dos en el año.
Los conflictos geopolíticos en el plano internacional agudizaron esta situación. Aumentó el petróleo, y seguramente este año crecerá la demanda de armas. Los mercados, por su parte, han comenzado a escapar del riesgo, y se vuelcan a los bonos del Tesoro de Estados Unidos, lo que puede producir una apreciación de la moneda norteamericana en el corto plazo. De esta manera, el cambio en las expectativas sumado a las repercusiones del conflicto entre Israel e Irán, impulsaron aún más a la tasa de interés de largo plazo a 10 años.
Pero la inflación y la coyuntura internacional no son los únicos indicios que contradijeron las expectativas de la Fed. La  reciente publicación del aumento del empleo junto con un gasto minorista que no cayó lo esperado siguen desafiando la sensación de la Fed de que la economía se deslizaba hacia una menor demanda, un crecimiento más lento y un aumento de los precios cercano al objetivo del 2%.
A todo esto, se suma un año turbulento en el plano interno con las elecciones presidenciales, con dos candidatos con políticas diametralmente opuestas. En definitiva, habrá que seguir de cerca las noticias, y planificar los negocios con información anticipada y confiable.
¿Cómo afectan las tasas altas a los Latinoamericanos?
Ocho de cada diez latinoamericanos que invierten en Estados Unidos lo hacen en el mercado inmobiliario. Y el 90% de estos compran cash, o sea sin préstamos o financiación. La práctica habitual para los inversores de nuestra región es el cash out, lo que significa comprar una propiedad cash, esperar un año o dos que se valorice entre un 10 y 20%, acuden a los bancos, solicitan un préstamo y con ese capital realizan una segunda inversión. Esta práctica es muy común en Estados Unidos y hoy es un buen momento para ponerla en práctica ya que aún los créditos hipotecarios están a tasas muy altas pero al mismo tiempo los precios de las propiedades se acomodaron a valores más razonables. En conclusión, es un excelente momento para planificar inversiones inmobiliarias.
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