La política fiscal: un tema central en las elecciones de Estados Unidos

La política fiscal se convirtió en un tema clave para los inversores de cara a las elecciones del 5 de noviembre. En nuestro último newsletter comentamos sobre la postura de Trump respecto de la cuestión impositiva y su intención de bajar los impuestos corporativos si asume la presidencia de Estados Unidos. En esta ocasión vamos a escuchar la otra campana, que como era de esperarse suena muy diferente. El enfoque de la candidata Kamala Harris se centra en aumentar los impuestos a las grandes corporaciones y a los más ricos, con el fin de financiar programas sociales y de infraestructura que beneficien a las clases trabajadoras y medias.

Ambas posturas son particularmente relevantes para quienes hacen negocios en la primera economía del mundo. Sin embargo, no nos atreveríamos a decir a la ligera cuál es mejor o peor. “Sólo sé que no se nada” decía Sócrates, y a nosotros sólo nos queda hacernos preguntas: ¿Cómo piensa compensar Trump la reducción de impuestos? si es con deuda estamos ante un riesgo a futuro de emisión, inflación y potencial crisis. ¿Cómo piensa contrarrestar Harris una posible caída en las acciones de las principales empresas norteamericanas, y una contracción de la inversión? si esto ocurre podría significar una caída del crecimiento económico y un mayor desempleo.

Lo que sí sabemos, por experiencia, es que una suba de impuestos no significa necesariamente mayor recaudación. Tampoco una reducción impositiva significa necesariamente crecimiento económico. Desde ya que ambas políticas fiscales deberán ser cuidadosamente planificadas y balanceadas para no fracasar. Sin embargo, ambas propuestas sirven para continuar reflejando las profundas diferencias ideológicas entre ambos candidatos. A continuación, una síntesis de estas propuestas. Las conclusiones, las dejamos a su criterio.

Recortes de impuestos para individuos y corporaciones: Trump propondría seguir bajando impuestos, tanto para los individuos como para las empresas, continuando su política fiscal de 2017. Su enfoque es reducir la carga fiscal para estimular la inversión, el crecimiento económico y la creación de empleos.

Reducción del gasto público y menor intervención gubernamental: Trump promovería la reducción del gasto en programas sociales como Medicare y Medicaid, así como una menor regulación en sectores clave para reducir el tamaño del gobierno.

Proteccionismo económico: Se enfocaría en proteger a las empresas estadounidenses mediante políticas fiscales y comerciales que favorezcan la producción interna, posiblemente con nuevas rebajas impositivas para industrias específicas y renegociación de acuerdos comerciales para asegurar ventajas para Estados Unidos.

Aumentar impuestos a los más ricos y grandes corporaciones: Harris propondría revertir parte de los recortes fiscales de la administración Trump, incrementando los impuestos a las personas con ingresos más altos y a las grandes empresas, con el fin de hacer el sistema fiscal más progresivo.

Alivio fiscal para la clase media y trabajadora: Se enfocaría en ampliar beneficios fiscales como el crédito fiscal por hijos y aumentar deducciones para la clase media, con el objetivo de apoyar a las familias trabajadoras y reducir la desigualdad económica.

Inversiones en programas sociales: Harris buscaría aumentar el gasto público en infraestructura, educación, cuidado infantil y atención médica, para mejorar el bienestar social y fomentar el crecimiento económico inclusivo.

Iniciativas verdes: Probablemente seguiría impulsando incentivos fiscales para energías limpias y proyectos sostenibles, como parte de una estrategia para combatir el cambio climático y crear empleos en el sector verde.