¿Qué son los impuestos al Patrimonio y la Herencia en EE.UU?

A continuación, les detallamos las diferencias entre ambos impuestos, aplicados a nivel federal y estatal.
Impuesto sobre el Patrimonio (Estate Tax)
Este es un impuesto federal y estatal que se aplica a la totalidad del patrimonio de una persona fallecida antes de que los bienes sean distribuidos entre los herederos.
Impuesto federal sobre el patrimonio: El gobierno federal cobra un impuesto sobre el patrimonio de una persona fallecida si el valor de su patrimonio supera un umbral determinado (actualmente, alrededor de 12 millones de dólares por persona en 2024, pero este umbral puede cambiar). La tasa máxima del impuesto federal sobre el patrimonio es del 40%.
Impuestos estatales sobre el patrimonio: Además del impuesto federal, algunos estados imponen su propio impuesto sobre el patrimonio, con tasas que varían según el estado. Doce estados y el Distrito de Columbia (Washington D.C.) aplican este tipo de impuesto. Estos estados suelen tener umbrales más bajos que el federal, lo que significa que las personas con patrimonios más pequeños pueden estar sujetas a impuestos a nivel estatal incluso si no llegan al umbral federal.
Impuesto sobre la Herencia (Inheritance Tax)
El impuesto sobre la herencia, en cambio, es un impuesto que se aplica a los herederos individuales sobre los bienes que reciben del difunto. A diferencia del impuesto sobre el patrimonio, que se calcula sobre el total del patrimonio del difunto, el impuesto sobre la herencia depende de quién recibe los bienes y en qué cantidad. Los herederos pueden estar sujetos a diferentes tasas impositivas dependiendo de su relación con el fallecido (por ejemplo, los cónyuges y los hijos pueden pagar tasas más bajas que los amigos o extraños).
Seis estados, entre ellos la Florida, aplican un impuesto sobre la herencia. Este tipo de impuesto es menos común, pero algunos estados lo imponen, y las tasas varían según la relación entre el fallecido y el heredero.
Cambios a partir de 2024
Después de 2005, la mayoría de los estados se han ido alejando de los impuestos sobre el patrimonio o la herencia, o han aumentado sus niveles de exención, ya que estos impuestos perjudican la competitividad de los estados y crean incentivos para evitar pagarlos, especialmente entre los contribuyentes ricos.
Delaware derogó su impuesto al patrimonio a principios de 2018. Nueva Jersey terminó de eliminar gradualmente su impuesto al patrimonio al mismo tiempo y ahora solo impone un impuesto a la herencia. Vermont terminó de introducir gradualmente un aumento de exención en 2021, lo que elevó la exención a $5 millones ese año, en comparación con $4,5 millones en 2020. Maine aumentó su umbral en el porcentaje más alto, en relación con los valores de 2023, aumentando el umbral de exención en un 5,7 por ciento en 2024. Connecticut también terminó de implementar gradualmente un aumento de su exención, igualando la exención del impuesto federal sobre el patrimonio, y simultáneamente hizo la transición a la tasa impositiva fija.
Cuatro de los seis estados con impuestos a la herencia (KentuckyMarylandNueva Jersey y Pensilvania) estructuran sus impuestos de manera que las tasas varíen según la proximidad de los destinatarios del legado al difunto. Los estados con esta prueba de proximidad otorgan un trato preferencial, generalmente tasas más bajas o umbrales de exención más altos, a los miembros de la familia inmediata, mientras que gravan a los que están más alejados del difunto con tasas más altas.
Conocé más sobre el impuesto a la herencia, y cómo protegerse, en la siguiente nota de  Aller & Co. News de agosto de 2020. Hacé click acá