Recibir una carta del IRS con una multa no es agradable, pero ocurre más seguido de lo que imaginas. Los motivos pueden ir desde declaraciones tardías, errores de cálculo, hasta falta de pago de impuestos estimados. Lo importante es saber que la mayoría de estas sanciones se pueden evitar con buena planificación… y también se pueden resolver si ya están en tu buzón.
Imagina el caso de Carolina, una emprendedora latina que abrió su empresa en Miami junto con una amiga. Por desconocimiento, no presentó a tiempo el formulario 1065 y recibió una multa de USD 210 por cada socio y cada mes de retraso. Al contactarnos, revisamos su situación, presentamos la declaración pendiente y aplicamos un recurso llamado First-Time Penalty Abatement. La multa quedó en cero y su empresa volvió a estar en regla.
El First Time Penalty Abatement es un recurso que tienen todos los contribuyentes. Es casi un derecho a equivocarse una vez. Básicamente, la normativa permite solicitar por única vez una condonación de la multa siempre y cuando mantenga todo lo demás en regla. Esta herramienta suele ser de gran utilidad para extranjeros que muchas veces no llegan bien asesorados y le restan importancia a la multa hasta que se sorprenden con los montos a pagar. La clave está en actuar rápido y no ignorar la notificación. Contar con asesoría especializada permite evitar sanciones o reducir el impacto financiero de manera efectiva.
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