Según el informe más reciente de la Tax Foundation, en 2022, los impuestos sobre la renta personal (federales, estatales y locales) representaron el 45,3% de los ingresos fiscales totales en Estados Unidos, consolidándose como la principal fuente de recaudación. Le siguen los impuestos sobre la seguridad social con un 21,9%, los impuestos al consumo con un 15,7%, los impuestos a la propiedad con un 10,6% y, finalmente, los impuestos corporativos con un 6,5%.
Comparativa internacional: EE.UU. vs. OCDE
Estados Unidos se destaca por su alta dependencia de los impuestos sobre la renta personal en comparación con otros países de la OCDE, donde el promedio es del 23,6%. Esta diferencia se debe, en parte, a que más de la mitad de los ingresos empresariales en EE.UU. se declaran en las declaraciones de impuestos individuales, lo que aumenta la proporción de ingresos fiscales provenientes de este tipo de impuestos y reduce la participación de los impuestos corporativos.
Implicancias para inversores y empresarios latinoamericanos
Para quienes tienen inversiones o negocios en Estados Unidos es crucial entender esta estructura fiscal:
– Planificación fiscal personal: la alta carga impositiva sobre la renta personal puede influir en la elección de estructuras empresariales y estrategias de remuneración.
– Estrategias empresariales: la menor participación de los impuestos corporativos en la recaudación total puede ofrecer oportunidades para optimizar la carga fiscal a través de estructuras societarias adecuadas.
– Consideraciones patrimoniales: los impuestos a la propiedad, aunque representan una menor proporción, pueden ser significativos dependiendo del estado y del tipo de propiedad.
Para una planificación fiscal efectiva, es recomendable consultar con una firma especializada que comprenda tanto el entorno fiscal estadounidense como las particularidades de los inversores latinoamericanos.
Para más detalles, puedes consultar el informe completo de la Tax Foundation aquí.