Invertir en bienes raíces en Estados Unidos es una estrategia atractiva para los latinoamericanos que buscan diversificar su patrimonio y acceder a un mercado estable.
Sin embargo, una de las dudas más frecuentes es ¿cuál es la mejor estructura legal para realizar la inversión?
Existe la creencia generalizada de que una LLC (Limited Liability Company) es la única opción, pero esto no es necesariamente cierto. Dependiendo del objetivo de la inversión, pueden existir otras estructuras más beneficiosas. Pasos a seguir:
1. Definir el propósito de la Inversión
Antes de elegir una estructura societaria es fundamental identificar el objetivo principal de la inversión:
– Compra para rentar: Generar ingresos pasivos a través de alquileres.
– Compra para vender y capitalizarse: Adquirir propiedades para su posterior revalorización y venta.
Cada una de estas estrategias tiene implicaciones fiscales distintas, lo que influye en la elección de la estructura adecuada.
2. Opciones de Estructura Legal
A. LLC (Limited Liability Company)
Ideal para quienes buscan invertir en propiedades para rentar. Sus ventajas son:
– Permite evitar la «doble imposición» ya que los ingresos fluyen directamente al inversor.
– Baja carga fiscal en cuanto a ingresos ordinarios.
– Flexibilidad en la distribución de beneficios.
– Protección de responsabilidad limitada.
Sin embargo, al momento de la venta de la propiedad, el inversor puede estar sujeto a impuestos elevados, lo que la hace menos atractiva para quienes buscan capitalizarse con la reventa.
B. Corporación Americana (C-Corp o S-Corp)
Si el objetivo es comprar, restaurar o esperar a la apreciación, y luego vender, una C-Corp puede ser una mejor alternativa.
– Paga impuestos sobre las ganancias corporativas, pero permite reinvertir en nuevas adquisiciones sin generar distribuciones inmediatas.
– Puede reducir el impacto fiscal si se reinvierten las ganancias.
Una S-Corp, en cambio, puede ser viable en casos específicos, pero tiene restricciones para inversores no residentes.
C. Offshore Corporation
Algunos inversores consideran utilizar una estructura offshore para evitar el impuesto a la herencia de EE.UU. Sin embargo:
– La administración de una entidad offshore puede ser costosa. En inversiones menores a $500,000, los costos pueden superar los beneficios fiscales.
– Requiere mayor cumplimiento normativo y transparencia con las autoridades fiscales.
Conclusión
No existe una única estructura ideal para todos los inversores. En resumen, la decisión debe tomarse con base en:
– El propósito de la inversión (renta vs. capitalización).
– Los impuestos asociados a cada estructura.
– La exposición al impuesto a la herencia.
– Los costos administrativos y regulatorios.
Asesorarse previamente es clave para estructurar la inversión de la manera más eficiente y segura. Una estrategia adecuada puede maximizar la rentabilidad y minimizar riesgos innecesarios.