El gobierno de Trump firmó recientemente una proclamación que exige un pago extra de US$ 100,000 para cada nueva solicitud de visa H-1B presentada desde fuera de Estados Unidos a partir del 21 de septiembre de 2025.
Esta medida busca reducir abusos (por ejemplo, empleos no realmente calificados otorgados con H-1B) y asegurar que los puestos calificados sean ocupados preferiblemente por trabajadores estadounidenses.
¿Quiénes quedan afectados y quiénes no?
- No se aplica a quienes ya poseen la visa H-1B vigente, ni a quienes la renuevan.
- Tampoco aplica para peticiones que fueron presentadas antes de la fecha de entrada en vigor (21/09/2025) o que ya están aprobadas.
- Las empresas que antes gastaban entre US$ 10,000 y US$ 20,000 por cada trámite, ahora podrían ver ese costo elevado significativamente, lo cual hará que muchas reconsideren usar H-1B para contratar desde afuera.
Proyecto de ley contra la subcontratación
En paralelo, y como una suerte de efecto tenaza, el senador Bernie Moreno presentó un proyecto llamado HIRE Act (Halting International Relocation of Employment Act) que propone imponer un impuesto del 25% sobre los pagos que empresas estadounidenses hagan a trabajadores o proveedores extranjeros cuyo trabajo beneficie al consumidor dentro de Estados Unidos. O sea, aquellos que busquen tercerizar por fuera para escapar del aumento de la VISA también se verían afectados.
El proyecto plantea además prohibir que dichos pagos sean deducibles para efectos fiscales, lo que subiría todavía más el costo para las empresas que tercerizan o usan outsourcing fuera del país. El dinero recaudado iría a un Domestic Workforce Fund, para financiar programas de capacitación, becas, formación laboral en Estados Unidos.
Este proyecto todavía está en fase de propuesta; no ha sido aprobado. Pero combina con la filosofía detrás del aumento del fee de H-1B: fortalecer el empleo local, presionar para que se use talento estadounidense, limitar abusos de visas, y reducir el outsourcing/plataforma de trabajo extranjero.
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