Existen varias deducciones permitidas que hay que tener en cuenta para aprovecharlas al momento de presentar la declaración de impuestos. En este caso tomaremos el ejemplo de una inversión en real estate:

Amortizaciones: Las propiedades residenciales pueden amortizarse en 27,5 años, esto permite que año tras año se reduzca la carga fiscal. En muchos casos, este beneficio de amortizar aceleradamente la propiedad permite minimizar o hacer nulo el impuesto a pagar, con lo cual quedamos en condiciones de recibir cash flow libre de impuestos por un largo tiempo.

– Section 179 property: Permite deducir, en el primer año de la compra del inmueble, el costo de adquisición de cierto equipamiento y el software utilizado en el negocio por hasta USD 1.040.000. Esto permite que estas compras de equipamiento se puedan deducir al momento de la compra.

Exchange 1031: Si bien no es una deducción, es una consideración importante a tener en cuenta. En el caso de inversiones en real estate, es posible diferir las ganancias de capital, y en consecuencia el impuesto, realizando un canje por un activo similar al que se está vendiendo.